Caracas.- Hace dos años, un 17 de julio de 2015, Carlos Torres se convirtió en el segundo umpire venezolano en llegar a las Grandes Ligas, en el encuentro que disputaron los Indios de Cleveland y los Rojos de Cincinnati.

Después de trabajar en 19 encuentros, durante su primera campaña, en 2016 actuó como árbitro en 140 juegos de Grandes Ligas. Un logro nada fácil, que ahora disfruta junto a su compatriota Manuel González, que en 2010 hizo historia al graduarse en MLB.

“Muchos ven esto como un desafío porque, en general, las nuevas generaciones de árbitros sabemos que al subir a Grandes Ligas hay que lidiar con un nivel de exposición más alto, que se da con el tema de la repetición, pero creo que con toda mi experiencia y, especialmente, mi paso por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, me ayudarán a cumplir con mi trabajo”, fueron palabras del barquisimetano a la prensa local, un día antes de debutar.

Ahora, Torres, quien tiene asignado el número 37, tiene el estatus de árbitro a tiempo completo en las Mayores.

“Ahora tengo más confianza. Ya no tengo la presión del año pasado, esa que me obligaba a hacer todo perfecto, igual sigo trabajando duro y no me rindo”, señaló Torres.

“Recuerdo que volteé y vi mi nombre en la pizarra y decía ‘grandeliga debutando’ se me puso la piel de gallina”, rememoró sobre el día de su debut. “Me tocó ser juez en la segunda almohadilla, y cada pelotero que iba llegando a esa almohadilla, me felicitaba. Fue muy bonito”.

Torres entiende que tiene una gran responsabilidad cada vez que sale al terreno, pues es visto como un modelo a seguir por la generación de relevo, justo como él veía a Manuel González en sus tiempos de novato.

“Es una profesión muy sacrificada y así lo debe entender quien desea incursionar aquí, cada día trabajo por mi futuro, por el de mi familia, pero también por el de ellos (los umpires que se están formando)”, enfatizó.

Torres se estrenó en la LVBP en 2004 y actualmente es parte del equipo de trabajo del Venezuelan Umpire Camp. Su aporte como instructor en esta academia, así como el de otros jueces de gran jerarquía, ha hecho que el sistema de arbitraje criollo siga progresando y cada día haya más jóvenes soñando con llegar al sitial en el que se encuentra Carlos Torres.

El barquisimetano también aspira a seguir ganando espacios en MLB y expresó su orgullo con la actuación de González en el Juego de Estrellas, realizado en el Marlins Park de Miami.

“Es una designación bien merecida. Siempre he confiado en él y en su trabajo. Cada logro de un venezolano me hace sentir orgulloso de mi país, creo que hoy muchos también se sienten orgulloso de lo que estamos haciendo”.