Caracas.- Wilson Álvarez llegó al clubhouse de Leones del Caracas. Lo hizo como el coach de pitcheo del mánager José Alguacil. Se unió a un viejo amigo: Lipso Nava, coach de banca de los melenudos, y con el que vivió muy buenos momentos en Águilas del Zulia, tanto como jugadores como técnicos.
Por primera vez en su carrera, Álvarez se colocó la casaca de los capitalinos. Nunca antes había vestido colores diferentes al naranja, blanco y negro de los rapaces. “De corazón siempre seré aguilucho”, dijo en su primera entrevista como miembro del staff técnico del Caracas. “Pero esta es una profesión, yo amo este trabajo y ahora mismo soy un león”.
Con la llegada de Álvarez el cuerpo técnico de Leones está casi completo. Solo falta que se integre Ramón Castro, instructor de bateadores, quien cumple con compromisos profesionales en Estados Unidos.
“El recibimiento ha sido muy bueno. Estábamos locos por venir y comenzar a trabajar, a hacer lo que me gusta: estar en un terreno de juego. El recibimiento, especialmente por Alguacil, fue el mejor. De Lipso ya se sabe que tenemos una amistad. Es como un hermano para mí”, comentó el exgrandeliga, uno de los mejores lanzadores en la historia del beisbol venezolano. “Voy a dar lo mejor de mí. Es un reto. Lo acepté porque el Caracas fue eliminado la temporada pasada. Es un reto para que hagamos lo mejor posible para clasificar y darle una buena temporada a los fanáticos”.
La primera tarea de Álvarez es ponerse al día con los trabajos que realizan los lanzadores de la manada, quienes han estado bajo la mirada de Mauro Zárate, coach de bullpen. El legendario ex serpentinero ya tiene una idea de lo que será su labor.
“Hay que conversar mucho, investigar, pedir opiniones de todos los técnicos. Allí uno arma el rompe cabezas. Eso es lo que hacía temprano con el resto de los coaches”, describió. “Las primeras dos semanas es lo más fuerte de la temporada porque muchos pitchers tienen limitaciones. Es lo más difícil de cuadrar, y eso es lo que estamos haciendo. No es fácil, pero aquí estamos para eso”.
El jardinero Romer Cuadrado, perteneciente a Dodgers de Los Ángeles, también se incorporó a la pretemporada. Viene de ser parte de la selección Sub-23 de Venezuela que se tituló campeona del mundo en México.
El patrullero, de 24 años de edad, estuvo esta campaña con el Tulsa Drillers, filial Doble A de su organización. Ligó para .227 de average, con .643 de OPS, 10 cuadrangulares y 32 carreras remolcadas en 81 encuentros.
Cuadrado fue uno de los mejores novatos de la zafra pasada en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Bateó para .278 de promedio, .714 de OPS, 20 impulsadas, un vuelacercas y 13 anotadas.
