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Futuro promisorio detrás del plato

14/07/2018

Diego Cartaya Foto: AQ Academy

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Ser receptor y venezolano es tendencia en las Grandes Ligas. El próximo 17 de julio, el Juego de Estrellas tendrá a Wilson Ramos y Willson Contreras como titulares en los equipos de la Americana y la Nacional, mientras que Salvador Pérez aparece entre los reservas del joven circuito.

Mucho más abajo, en la base piramidal del desarrollo de las Mayores, aparece Diego Cartaya, reclutado por los Dodgers de Los Ángeles. Por primera vez en la reciente historia del mercado internacional, durante el proceso de firmas que se inicia cada 2 de julio, un catcher venezolano es considerado el mejor prospecto, de acuerdo con el ranking de MLB.

Venezuela, todavía conocida por su producción de infielders, un camino que abrió el mítico Alfonso “Chico” Carrasquel en la segunda mitad del siglo XX, ha incrementado de manera radical la exportación de caretas en los últimos años.

Entre 1939 y 2000, un lapso 61 años, el país apenas envió a las Mayores a 12 caretas: Baudilio Díaz (1977), Tobías Hernández (1984), Carlos Hernández (1990), Eduardo Pérez (1995), Alex Delgado (1996), Robert Machado (1996), Raúl Chávez (1996), Henry Blanco (1997), que eventualmente se convertía en un connotado especialista defensivo hasta su retiro en 2013, Ramón Hernández (1999), Wiki González (1999), Fernando Lunar (2000) y Clemente Álvarez (2000). De ellos, sólo Díaz y Ramón Hernández llegaron a ser titulares en dos o más zafras.

A partir de 2001, en un lapso de 18 años aparecieron en las Grandes Ligas 42 receptores criollos, más del doble de los provenientes de República Dominicana (20), el principal exportador de peloteros a MLB durante ese lapso, de acuerdo con los registros de Baseball Reference. La lista de criollos incluye a figuras de la talla de Víctor Martínez, careta al principio de su brillante carrera, Miguel Montero, Salvador Pérez, Wilson Ramos y Willson Contreras, todos con al menos una escogencia al Juego de Estrellas, además de Francisco Cervelli, otro reputado máscara defensivo y uno de los mejores en el arte del mascoteo (framing) en la actualidad.

“Hoy día, los muchachos son bachilleres o están cursando estudios al momento de ser firmados. Eso no ocurre en República Dominica (el país que aporta más peloteros al beisbol organizado). Allá hay mucha ausencia en las escuelas por la necesidad de ir a jugar”, explica su teoría sobre el “boom” un curtido scout internacional. “Debe recordarse que la receptoría requiere de mucha inteligencia porque es una posición netamente defensiva, en la que debes bloquear, lanzar a las bases y llevar a los lanzadores. En eso estamos adelantados”.

Un supervisor de scouts de un equipo de la Liga Americana en Venezuela, concuerda con esa opinión y añade otro elemento al análisis.

“Pienso que se debe a la inversión que han hecho las organizaciones en contratar más scouts para cubrir todo el país en la búsqueda de prospectos y a la gran labor de los agentes que desarrollan jugadores con chance de firmar en academias privadas”.

“Nuestros jóvenes son muchos más inteligentes y maduros que incluso los estadounidenses. Se suponía que Salvador Pérez estaba detrás de Wil Myers (tomado en la tercera ronda del Draft de 2009), pero su desarrollo fue tal en la posición, que a Myers lo mudaron al outfield (ni siquiera está con Kansas City). A esto se suma la suavidad de manos de nuestros catchers porque algunos se desempeñaron en otras posiciones. Pérez fue jardinero. Henry Blanco era infielder, igual que Robinson Chirinos”, abunda el cazatalentos.

Todas las organizaciones de Grandes Ligas esperan encontrar en Venezuela al próximo Salvador Pérez

 

El periodista Jesse Sánchez, especialista en la cobertura del proceso de julio 2 para MLB.com, habla del “Efecto” Salvador Pérez. Toda organización sueña con encontrar en el país a un máscara similar al valenciano.

Pérez no sólo es un Guante de Oro detrás del plato, sino que puede aportar un bate tan especial como su mascota. Entre 2013 y lo que va de 2018, el carabobeño suma 112 jonrones y 401 empujadas, más que cualquier otro catcher en las Mayores durante ese período.

“Por alguna razón, los receptores venezolanos, también pueden batear. Algo que es difícil de conseguir en el resto de los países del área”, puntualizó Carlos Alfonso, durante una visita al país, cuando se desempeñaba como director de operaciones internacionales de los Rays de Tampa Bay.

Cartaya, de apenas 16 años de edad, es comparado con Pérez. El paleador derecho también apareció como el tercer prospecto internacional en la lista de la prestigiosa publicación Baseball America y contó con el consenso de la industria de ser el mejor detrás del plato. De acuerdo con reportes oficiales lo Dodgers le dieron un bono por 2,5 millones de dólares sólo por ver su firma en un contrato.

El maracayero es considerado un bateador avanzado para su edad, con un contacto por encima del promedio, reconocimiento de los envíos y la zona de strike; mientras que en los partidos en los que participó en ligas de novatos/prospectos mostró poder hacia todos los sectores del campo. Del lado defensivo tiene la reputación de tener manos suaves, mascoteo por encima de su edad, un potente brazo lanzando a las bases y un buen manejo de los lanzadores. Además de ser un líder en el terreno, con un alto coeficiente intelectual de beisbol.

“No he visto videos de él”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts, a MLB.com. “No lo he visto batear o hacer algo en el campo, pero por lo que he sabido, nuestros scouts están muy emocionados. Su cuerpo es maduro. Entiendo que es un chico con mucho talento. Sé que estamos emocionados (en la organización)”.

Los Dodgers tienen grandes expectativas con el receptor Diego Cartaya

 

Cartaya no está solo. También aparecieron entre los principales prospectos internacionales sus pares Francisco Álvarez ($2,7 millones, Mets), Gabriel Rodríguez ($2,1 millones, Indios) y José Rodríguez ($2,0 millones, Rangers). Nunca antes se pagó tanto por cuatro receptores venezolanos en un proceso de firmas internacionales. También hay que destacar a Antonio Gómez ($600.000, Yanquis). Todos sobresalientes por sus cualidades atléticas y defensivas, con bates que superan lo que se pide para la exigente posición.

Además de ellos, también firmaron por bonos de seis cifras, en un rango de 300 y 400 mil dólares, Naysbel Marcano (Medias Rojas), Andrick Nava (Filis), Miguel Palma (Astros), Luis Pineda (Medias Blancas), Alex Ramírez (Padres), Wilfredo Tovar (Padres) y Javier Viña (Filis).

No es un secreto que la receptoría es una posición Premium en la línea central, clave en el beisbol. Un buen catcher puede hacer lucir mejor a un lanzador y a toda una rotación. El catcher se mueve con el juego y marca el ritmo del resto del equipo. Se pueden escribir una buena cantidad de páginas para describir la importancia de un buen receptor.

“Sigue emergiendo mucho talento, como Cartaya y Álvarez, Rodríguez y Gómez. La camada de catchers este año sobresalió. Casualmente, los Yanquis tomaron tres catchers Premium. Su primera (Anthony Seigler) y segunda selección (Josh Breaux) del Draft de Regla 4 (universitario), y el 2 de julio aseguraron a Antonio Gómez, uno de los receptores más imponentes y defensivamente hablando, en mi opinión, el mejor. Con un gran bate y personalidad en el terreno”, señaló Félix Luzón, analista y agente certificado por MLB.

En 2017, Daniel Flores, catalogado como uno de los mejores prospectos de su clase y reclutado por Boston gracias a un bono de $3,3 millones, el tercero más alto en la historia del país, proyectaba convertirse en una súper estrella detrás del home plate, pero una penosa enfermedad apagó su vida.

Antes que Flores, Keibert Ruiz apenas recibió un incentivo de $140.000 de los Dodgers en 2014 y ahora es considerado como el mejor prospecto de la receptoría de todo el sistema de Ligas Menores. MLB MLB Pipeline lo coloca detrás de Francisco Mejía, pero el dominicano de los Indios, frecuentemente deja los aperos para jugar en otras posiciones. Ruiz, que puede batear a las dos manos, exhibe un average vitalicio de .309 y una defensiva por encima del promedio (55 en la escala de los scouts), aparece en el roster del equipo Resto del Mundo en el Juego de Estrellas del Futuro de 2018.

Detrás de Ruiz, siguen prospectos en sus organizaciones como William Contreras (Bravos), hermano menor de Willson; Alí Sánchez (Mets) y Ricardo Genovés (Gigantes).

Ellos son la punta del iceberg de 131 catchers venezolanos que en 2018 al menos han aparecido una vez en el plato en el sistema de Ligas Menores.

El porvenir en la posición pareciera no tener techo.

Keibert Ruiz es el segundo prospecto de los Dodgers, de acuerdo con MLB.com

EL DATO

José Ruiz, que recibió un incentivo de los Padres de $1,1 millones en 2011, fue considerado un promisorio receptor, pero se mudó a la lomita y llegó a las Mayores como pitcher. Hoy es prospecto de los Medias Blancas.

 

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