Caracas.- “Hemos sostenido varias reuniones y todas las condiciones están dadas para que Dioner Navarro esté a la disposición del manager Oswaldo Guillén desde el primer día de temporada”, informó el gerente general de Tiburones de La Guaira, Luis Blasini.
El receptor, ex grandeliga, estará uniformado desde el comienzo del torneo 2018-2019 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Navarro, de 34 años de edad, tiene dos objetivos en mente: el primero, como hizo énfasis en su reunión con Blasini, es conquistar el trofeo de campeonato con La Guaira, mientras que su segunda meta pasa por la posibilidad de regresar a un campo de entrenamientos de Grandes Ligas en 2019, que le permita una nueva oportunidad.
A pesar de ausentarse un tiempo del terreno de juego por atender asuntos personales y dedicarse completamente a batallar contra los problemas de salud de su esposa, Dioner se encuentra entrenándose a diario y luce excelentes condiciones físicas, a pocos días de empezar su acción con el Long Island Ducks, conjunto perteneciente a la Liga del Atlántico, el circuito independiente más competitivo de Estados Unidos.
“Lo ideal es que Dioner participe en al menos 30 compromisos y acumule la mayor cantidad de apariciones al plato antes de reportarse a Tiburones”, agregó Blasini.
Se espera que Navarro comparta la receptoría con Juan Apodaca, Luis Villegas y Arvicent Pérez, mientras también queda abierta la posibilidad de mostrar sus cualidades en la inicial.
Es un pelotero con una trayectoria atractiva. No sólo por firmar originalmente con los Yanquis, o por ser pieza fundamental en la llegada a la Serie Mundial de los Rays de Tampa Bay en aquel buen 2008, sino también por su consistencia durante 13 años de experiencia en las Mayores, en los cuales pudo participar en más de 1.000 compromisos y disparar más de 800 inatrapables.
Ya vivió par de pasantías en la LVBP, las cuales aportaron en su desarrollo como pelotero. La primera fue en la zafra 2006-2007, cuando tras participar en 40 choques en la ronda regular, pudo descargar 34 cohetes, sonar un vuelacerca, remolcar a 14 compañeros y pisar el plato en 15 oportunidades. Su segunda experiencia fue más productiva, al ser en instancias semifinales de la 2007-2008 y exhibir un promedio ofensivo de .321 (28-9) con un jonrón y tres carreras fletadas.
“Es una pieza que trae consigo muchos conocimientos. Puede ayudarnos ofensiva y defensivamente, y eso es justamente lo que buscamos”, concluyó Blasini.
Navarro jugó por última en las Grandes Ligas en 2018, cuando dividió su actuación entre los Azulejos de Toronto y los Medias Blancas de Chicago. En 13 años sus promedios son .250/.309/.370, con 77 jonrones y 367 impulsadas.
