Caracas.- Al iniciar la temporada, alrededor de José Altuve se cifraban las más altas expectativas como consecuencia de ser el Jugador Más Valioso de la Liga Americana el año anterior. Las metas eran claras: conseguir el título divisional como el primer paso hacia el bicampeonato, alzarse líder bate por tercer año consecutivo e hilvanar su quinta zafra al hilo de 200 o más hits. Tratándose del pequeño gigante, la tarea no parecía imposible, pero el beisbol hizo de las suyas. 

El 25 de julio, inmerso en un  atípico letargo ofensivo -pero aun así líder en hits del torneo con 134 conexiones- ingresó a la lista de lesionados por primera vez en ocho años de carrera. Dolencias en la rodilla derecha eran las causantes del bajo rendimiento y terminaron siendo más graves de lo pensado.

Sus contendientes en la batalla por el campeonato de bateo y el liderato de hits han sido los únicos beneficiados. La fanaticada en general ha sentido la baja y ni hablar de los Astros de Houston que sufren una debacle ofensiva aquejados por múltiples lesiones. Sin embargo, aquello está cerca de cambiar.

Esta semana cuando el venezolano fildeó algunos roletazos en el Minute Maid Park, el manager A. J. Hinch aseguró que su recuperación avanza de forma positiva y espera tenerlo de vuelta pronto. Este domingo jugará un partido de rehabilitación con el Fresno (Triple A) y si todo marcha bien, se espera que vuelva estar activo con Houston el lunes. Entonces le quedaría poco más de un mes para buscar un milagro.

Recuperar terreno entre los líderes de la zafra es un objetivo claro pues, pese a su ausencia, está tercero en average por detrás de Mookie Betts (.352) y J. D. Martínez  (.333) y apenas a 14 conexiones del líder hiteador del circuito, Jean Segura.

En todo caso, el verdadero reto comienza a la hora de sacar cuentas para que Altuve logre a su quinta campaña de 200 o más hits.

Una carrera contra reloj inicia. Tendrá que dar 66 incogibles prácticamente en un mes. Hasta ahora, lo máximo que ha conseguido en ese tiempo son 48 inatrapables y lo hizo en julio de 2017 cuando las cuentas parecían no favorecerle.

Algo similar ocurrió en 2015 cuando a falta de dos meses para concluir la ronda regular apenas llevaba 116 inatrapables, despachó entonces 45 cohetes en agosto y remató con 33 para quedar justo con 200. Repetir la historia es la meta.